Lo creas o no, nuestros inodoros pueden ser en realidad una de las cosas más limpias de nuestros baños. Sin embargo, para que esto suceda, es necesario saber hacer la limpieza de inodoro profunda.
Estudios indican que el 27% de los asientos de inodoro (así como el 14% de los herrajes ) contenían cantidades alarmantes de moho y gérmenes, lo que ilustra que muchas personas no están limpiando sus inodoros correctamente. Aunque se limpie el inodoro con frecuencia, la mejor manera de eliminar los gérmenes y los virus es desinfectarlo.
Sucede que muchas personas no leen las instrucciones de los productos de limpieza y no se dan cuenta de que tienen que dejar las superficies del inodoro mojadas con el limpiador durante un tiempo determinado para eliminar los gérmenes por completo.
Si bien es cierto que un producto puede afirmar que mata el 99% de los gérmenes y bacterias. Pero tiene que permanecer húmedo para ser eficaz, y si lo usas durante unos segundos, no va a funcionar.
Se ha demostrado también que los virus en general pueden vivir en superficies como el inodoro desde unas horas hasta unos días, aquí la importancia de hacer limpieza de inodoro profunda siempre que se pueda.
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¿Cómo se hace la limpieza de inodoro profunda?
Antes de empezar, hay que estar bien equipado para el trabajo, ya que la limpieza de inodoro profunda requiere ciertas cosas. Se recomienda que la gente tenga un conjunto separado de herramientas de limpieza que no se utilicen en otras superficies de la casa, estas son:
- Un cepillo de cerdas para fregar (puede guardarse en un soporte independiente en el baño).
- Un par de guantes de goma.
- Una o dos esponjas para fregar.
- Un galón de lejía de cloro.
- Una botella de limpiador de inodoros con lejía.
- Un paquete de toallitas desinfectantes de su elección.
- Una botella de limpiador de baños.
¿Cómo se limpia una taza de inodoro manchada?
Cuando limpies el inodoro, siempre debes empezar por la taza. Puedes utilizar productos que se comercializan para limpiar y desinfectar los gérmenes de la taza del váter, pero se recomienda coger una botella de limpiador de taza de váter de cloro que contenga lejía, ya que generalmente estos productos afirman que pueden desinfectar el interior del váter en pocos minutos.
Con el producto de cloro hay que cubrir toda la taza del váter empezando por debajo del borde de la taza; a continuación, ponte los guantes y utiliza el cepillo para fregar físicamente la solución en la taza del váter.
Asegúrate de frotar bien con el limpiador alrededor del interior de la taza, la curva del inodoro si es posible, y debajo del borde de la taza, luego deja que todo repose durante cinco minutos y tira de la cadena.
Una guía paso a paso para la limpieza de inodoro profunda
Mientras esperas a que el limpiador de la taza del váter desinfecte correctamente, puedes empezar a limpiar el resto. Usa un desinfectante específico para baños, y mejor si ese producto tiene la cantidad de tiempo específico que debes dejarlo aplicado para limpiar los gérmenes.
Nota importante: los desinfectantes solo neutralizan realmente los gérmenes si la superficie se ha limpiado previamente de cualquier resto de suciedad.
Esto significa que tendrá que pasar una vez rápidamente por el inodoro una toallita desinfectante (o cualquier producto desinfectante) antes de aplicar otra capa de desinfectante líquido. Tendrás que eliminar cualquier fluido corporal, antes de aplicar el desinfectante para que sea realmente efectivo.
Empiece por el exterior de su inodoro
Puede ir subiendo desde los cimientos hasta la propia tapa. Pulverice a fondo la parte inferior de su inodoro y los lados del mismo. Asegúrese de rociar la pequeña zona entre el asiento del inodoro y la cisterna, y vaya subiendo por la cisterna y por la parte superior de la misma.
Rocía ambos lados de la tapa
Empezando por el exterior, ya que tendrás que dejar la tapa levantada para volver a aplicar el spray si es necesario. A continuación, rocía a fondo ambos lados del asiento del inodoro y vuelve a bajarlo en la parte superior de la taza una vez que hayas terminado.
Aborda los puntos difíciles
Mientras esperas a que el desinfectante se seque al aire libre, aborda los puntos difíciles que se sabe que albergan más gérmenes. Un ejemplo: El asa de la cisterna del inodoro, que puede estar más sucia que el propio asiento.
Puedes rociarla específicamente y asegurarte de que esté húmeda durante al menos cinco minutos antes de que se seque al aire. Como alternativa, sobre todo entre sesiones de limpieza, puede utilizar una toallita desinfectante para frotar enérgicamente el asa antes de dejar que se seque al aire.
Una vez transcurrido el tiempo que tu limpiador indique, coge una esponja limpia o toallas de papel limpias para eliminar la condensación, asegurándote de que todas las superficies estén secas. Además, no olvides tirar de la cadena si aún no lo has hecho.
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